Evidencia, razón y legado ancestral

Introducción

El objetivo de este artículo no es promover visiones animistas, políticas o religiosas.
Tampoco pretende forzar una narrativa ideológica.
Lo que sigue es un análisis histórico-cultural, apoyado en evidencia científica, antropología comparada, arqueología biomolecular y reflexión metodológica.

Sin embargo, a diferencia de ciertos enfoques estrictamente académicos, aquí incluimos un componente indispensable:
el reconocimiento de las limitaciones de la evidencia preservada y la necesidad de razonar más allá de lo que sobrevive físicamente.

Porque la historia de la humanidad no se conserva solo en piedras:
mucho se perdió en cuero, madera, corteza, fibras vegetales y pieles…
pero sigue siendo reconstruible por lógica, contexto y coherencia ecológica.

Y en ese marco, el hidromiel emerge —con evidencia y con razón— como la primera bebida fermentada de la humanidad.

1. La historia del alcohol antes del hombre

Mucho antes de que existieran rituales, recipientes o cultura, la fermentación ya era un fenómeno natural.

• Las plantas con flores surgieron hace 100 millones de años.

• Las levaduras comenzaron inmediatamente a transformar azúcares en etanol.

• Diversos animales consumieron frutas fermentadas millones de años antes del Homo sapiens.

Diversas especies animales han aprovechado este fenómeno desde tiempos remotos:

• Las arañas de manos negras (Ateles geoffroyi) en Panamá consumen frutas con entre 1 % y 2 % de alcohol , metabolizándolas sin embriagarse.

• En África, los chimpancés beben savia fermentada de palmeras de rafia.

• Los elefantes y babuinos en Botsuana disfrutan de las frutas de marula caídas y fermentadas.

• Incluso algunas aves frugívoras muestran comportamientos alterados después de comer bayas pasadas

Estos ejemplos muestran que la exposición al etanol es tan antigua como la vida animal misma .

La llamada Hipótesis del Mono Borracho (Robert Dudley, UC Berkeley) propone que nuestros ancestros primates desarrollaron una atracción evolutiva hacia el olor del etanol porque indicaba frutas maduras y energéticamente densas.

Es decir, el deseo de alcohol es más antiguo que la humanidad misma.

2. ¿Por qué el hidromiel es la bebida más antigua?

La evidencia arqueológica más antigua de bebidas fermentadas proviene de Jiahu (China), 7000 a. C., donde se detectó una mezcla de miel, arroz y frutas.

Pero lo más importante no es esa fecha:
esa es solo la fecha más antigua que sobrevivió físicamente.

La arqueología no puede registrar:

• recipientes de cuero,

• cantimploras de piel,

• calabazas secas,

• troncos ahuecados,

• cestos impermeabilizados con resinas,

• panzas de animales cosidas,

• vejigas,

• recipientes hechos de corteza de árbol.

Todos estos materiales se degradan en pocas décadas.
Pero existieron durante decenas de miles de años.

Por eso, los científicos —incluidos McGovern, Arenas o Dudley— afirman que las bebidas fermentadas anteceden con enorme diferencia al vino y la cerveza, pero no pueden datar su antigüedad exacta porque los recipientes donde se producían no dejaron rastro.

Y aquí aparece la lógica:

✔ Para hacer cerveza hace falta cereal almacenado → requiere agricultura.
✔ Para hacer vino hacen falta prensas, lagares y cultivo → requiere agricultura y sedentarismo.
✔ Pero para hacer hidromiel solo se necesita miel + agua + un recipiente.

El recipiente puede ser:

• cuero

• calabaza

• palo ahuecado

• corteza

• madera

• vejiga animal

Todos ellos ampliamente usados por Homo erectus, neandertales y Homo sapiens pre-agrícolas.

Y a diferencia de las abejas europeas, las meliponas —abejas sin aguijón— producen una miel líquida, ya mezclada con levaduras nativas, perfecta para fermentar sin intervención humana.

Conclusión razonada:
El hidromiel no solo fue la primera bebida fermentada preservada; fue la primera posible.
La primera inevitable.

3. La apicultura primitiva: un conocimiento perdido que no deja huella

Cuando se habla de “apicultura antigua”, muchos imaginan colmenas de barro, cerámica o troncos tallados.
Pero la realidad es mucho más simple y universal:

La apicultura primitiva consiste en:

• dejar huecos,

• atar cortezas,

• usar troncos huecos,

• colgar cestas,

• o simplemente esperar a que el enjambre se instale solo.

Esto es prácticamente igual a las prácticas que hoy sobreviven en África, Amazonia, Australia o Melanesia.

No requiere herramientas complejas.
No deja evidencia arqueológica.
Pero existió durante decenas de miles de años.

Y con ella, la disponibilidad de miel líquida que fermenta con agua espontáneamente.

4. Hidromiel: la primera alquimia humana

La fermentación de miel no fue solo un accidente:
fue el primer pacto entre la humanidad y un microorganismo.

Antes del pan.
Antes del vino.
Antes de los cereales cultivados.

✔ La miel fermentó naturalmente.
✔ Los recolectores lo probaron.
✔ Y descubrieron algo asombroso:
que el tiempo, la vida y el misterio podían transformar la naturaleza.

El hidromiel fue la primera biotecnología, la primera gastronomía, la primera alquimia.

5. El problema del lenguaje científico: “vino de miel”, “cerveza de miel”

Muchos divulgadores, e incluso algunos papers académicos, usan términos como:

• “honey wine”

• “honey beer”

Estos términos son análogos, no técnicos.
Se basan en comparar el hidromiel con bebidas agrícolas posteriores.

Pero el hidromiel no es vino ni cerveza.

► No es vino, porque no fermenta frutas.
► No es cerveza, porque no fermenta cereal.

El hidromiel es su propia categoría, la más antigua de todas:
fermentado primario de miel.

Esa precisión es crucial, especialmente para hidromeleros que defendemos la autenticidad técnica y cultural del producto.

6. Universalidad: cuando todas las culturas descubrieron lo mismo

La convergencia es tan fuerte que pueblos separados por océanos y milenios llegaron al hidromiel por sí mismos:

• Vedas: soma, bebida de inmortalidad.

• Griegos: néctar y ambrosía.

• Vikingos: mjǫðr, bebida de héroes y poetas.

• Mayas: balché.

• Lapones, bereberes, pueblos neolíticos, mochicas…

Y en el siglo XVIII, los mocovíes (Chaco) fermentaban miel en cuero de venado o jaguar, según Florián Paucke:

“La bebida más fuerte y embriagadora”.

Pueblo Mocoví, El cacique Pucurú, en Chaco (alrededor de 1900)

No se copiaron unos a otros.
Lo descubrieron porque la naturaleza y la biología conducen inevitablemente a la misma alquimia:
miel + agua + tiempo → hidromiel.

7. Conclusión: la bebida que nos hizo humanos

El hidromiel es la bebida que une:

• la biología del etanol,

• el instinto ancestral de lo dulce,

• la inteligencia humana,

• la historia cultural más profunda.

Cuando hoy bebemos hidromiel, no estamos consumiendo alcohol.
Estamos consumiendo memoria evolutiva, historia líquida, milenios de alianza entre humanos, abejas y microorganismos.

Por eso el hidromiel no es solo una bebida.

Es un puente.
Un origen.
Un legado.

El hidromiel es la primera bebida de la humanidad…
y quizá la que mejor explica lo que somos.

Fuentes y referencias

• Dudley, R. (2014). El mono borracho: por qué bebemos y abusamos del alcohol. Prensa de la Universidad de California.

• McGovern, PE y cols. (2004). Bebidas fermentadas de la China prehistórica y protohistórica. PNAS , 101(51), 17593–17598

• Paucke, F. (1943). Hacia allá y para acá: una estada entre los indios mocovíes, 1749–1767. Buenos Aires: Coni.

• Arenas, P. (2003). Etnobotánica chaqueña: estudio comparativo. Misiones: CONICET.

• Rasmussen, C. y Cameron, S. (2010). Filogenia molecular de las abejas sin aguijón (Hymenoptera: Apidae: Meliponini). Entomología sistemática

• McGovern, P. (2019). Cervezas antiguas: redescubiertas y recreadas. Norton y compañía.